martes, 23 de febrero de 2010

RECORDANDO

La suave brisa en el rostro, el caminar por la arena y la inmersión en tus revitalizantes aguas.

Océano puro y energético, que fuiste cómplice y guardaste mis secretos, hoy mi cuerpo te extraña, tanto como tu a los peces.

Tengo ganas de dejarlo todo, correr y sumergirme en tus profundas aguas, pero cuando lo intento me detienen mis logros, no puedo abandonar la batalla si aun no gano la guerra.

Pero ya volveremos a encontrarnos y reiremos de lo bueno y lo malo, inmenso mar que tranquilo me bañas y que prometes un futuro esplendor.

Seguiré sumergido en tus aguas a través de mis sueños y cada día llegare mas lejos para descubrir las bondades y desaires de esta, la vida.

1 comentario:

hpereyraf dijo...

A veces uno extraña tanto a las gentes como a los lugares ... sobre todo si existe esta clase de afinidad.