La suave brisa en el rostro, el caminar por la arena y la inmersión en tus revitalizantes aguas.
Océano puro y energético, que fuiste cómplice y guardaste mis secretos, hoy mi cuerpo te extraña, tanto como tu a los peces.
Tengo ganas de dejarlo todo, correr y sumergirme en tus profundas aguas, pero cuando lo intento me detienen mis logros, no puedo abandonar la batalla si aun no gano la guerra.
Pero ya volveremos a encontrarnos y reiremos de lo bueno y lo malo, inmenso mar que tranquilo me bañas y que prometes un futuro esplendor.
Seguiré sumergido en tus aguas a través de mis sueños y cada día llegare mas lejos para descubrir las bondades y desaires de esta, la vida.
1 comentario:
A veces uno extraña tanto a las gentes como a los lugares ... sobre todo si existe esta clase de afinidad.
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