
Dentro de este feroz debate, el tema en discordia era que las hijas de Venus defendían la frutilla y los hijos de Marte el chocolate, a tal grado llego la efervescencia de dicha discusión que llegaron a un consenso, en el cual decidieron que uno de aquellos terrestres que estaban en el tumulto agolpado era quien debía decidir si ¿Frutilla? O ¿Chocolate? .
Un silencio se apodero de todos los ay presente, nadie quería ser arbitro decidor del tema en cuestión, cuando de lo oscuro siento una mano que me empuja hacia el cetro en señal de elección unánime de jurado. Una voz muy segura y con una mirada desafiante me dice así “voz tenéis el derecho, la decisión de emitir juicio, en vuestro debate, voz debéis decidir si ¿Frutilla? O ¿Chocolate?”
Ya habían pasado mas menos una hora de cada grupo defendía la frutilla o el chocolate, en ese momento me toca decidir, yo realmente siempre he sido al revés de los cristianos, por lo que les menciono, que ¡no me gusta! ¿Ni la frutilla? ¿Ni el chocolate?
Silencio, el público expectante corrió a refugiarse, el clima empezó a cambiar, la lluvia y el viento, en representación del descontento de estos personajes, hacia el horizonte un volcán estalla en lava como cual Magdalena.
Una voz desafiante me repite ¿Frutilla? o ¿Chocolate? , a lo que yo respondo ¡lúcuma!, siento que el fin del mundo se acerca, corro despavorido, miro hacia el Blogger espacio, en señal de auxilio y les pregunto, ¿Frutilla? O ¿Chocolate?.